Lo que empezó hace 7 años como un proyecto para fomentar la cultura del ahorro en sus compañeros, hoy es el Banco Cooperativo del Estudiante Bartselana que funciona en alrededor de 30 colegios en Arequipa, Perú, y prevé abrir oficinas en otros países de Latinoamérica, entre ellos Ecuador.
Su Gerente general, José Quisocala, de 14 años, señala que cuando tenía 7, luego de ser elegido alcalde de su clase en primaria, notó que sus compañeros malgastaban la propina que recibían de sus padres. En ese momento propuso al cuerpo docente la idea de formar un sistema financiero para promover la cultura del ahorro.
El primer paso fue hacer una lista de todo lo que los sus compañeros querían comprar. "Me di cuenta de que el dinero agobia a las personas adultas, viven estresadas porque tienen deudas que pagar cada mes y eso se ve reflejado en los niños", refiere.
El banco inició en el garaje de la escuela con una mesa y cuatro sillas. Comenzó con 20 alumnos y ahora tiene cerca de 3.500 que han aprendido a ahorrar y sobre el cuidado del medio ambiente. Desde hace más de un año, y mediante varias alianzas, comenzó a entregar tarjetas de débito para que los estudiantes puedan realizar transacciones con mayor facilidad
¿Cómo funciona?. Los estudiantes pueden depositar el dinero que reciben para sus recreos, y también pueden llevar cierta cantidad de cartón y papel que han reciclado previamente en sus hogares. Al tener una cantidad adecuada, la llevan al Banco que a su vez lo vende a una empresa. El dinero que se obtiene como ganancia por cada cliente va a la cuenta de ahorros abierta en la Institución, y puede hacer uso de él cuando haya cumplido a la meta fijada previamente.
Al mes el Banco recibe tres toneladas de residuos. “Me hace feliz que un niño después de ahorrar de un determinado tiempo pueda comprarse su bicicleta, los zapatos de futbol que necesitaba, o el libro que le hacía falta”, destaca.
Para José no fue fácil emprender. Al inicio su idea no fue tomada con seriedad, tenía presión, y ciertos compañeros se burlaban de él, por lo que en 2017 tuvo que dejar la escuela pública y seguir sus estudios secundarios bajo la modalidad virtual.
"Nunca permitas que se rían de ti; tampoco dejes que nadie les diga no a tus ideas. No tengas miedo a emprender, porque no es necesario ser adulto o tener muchos recursos económicos para generar cambios positivos en un país o ciudad, solo se necesitan las ganas de querer hacerlo", enfatizó José.
El niño banquero compartió sus experiencias con alumnos de varios colegios de la ciudad, luego de ser invitado por directivos de la Unidad Educativa José Domingo de Santistevan, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, donde también existe el Banco del Estudiante, al que se comprometió a dar asesoramiento.
En este año Disney estrenará una película sobre este emprendimiento que cambió la vida de miles de niños.